- Gigantismo insular
- El gigantismo insular es la otra cara de la moneda del enanismo insular. Al igual que este último proceso de especiación alopátrica, el gigantismo insular se da en animales que colonizan islas apartadas, pero en este caso las especies afectadas crecen paulatinamente con el tiempo en lugar de encoger. Dado que el tamaño es una característica altamente variable, el crecimiento puede darse con rapidez, obteniéndose resultados sorprendentes en menos de un millón de años. Las causas de este proceso son fundamentalmente las siguientes: ● Ausencia de depredadores: Muchos roedores y otros animales son pequeños y ligeros porque eso les permite escapar rápidamente de sus enemigos y ocultarse en la primera grieta que aparezca. Si esos depredadores son inexistentes en la nueva isla y los recursos abundantes, esa ventaja desaparece, y los animales pequeños son esta vez vulnerables a los animales más grandes de su propia especie (que en otras condiciones serían eliminados por la selección natural ejercida por la depredación). Con el tiempo, la primitiva población evoluciona a especies cada vez mayores en tamaño. A modo de ejemplo pueden citarse las ratas gigantes (Papagomys armandvillei) de la isla de Flores, en Indonesia, que alcanzan los 45 centímetros de cuerpo y hasta casi 70 de cola, y que servían de alimento al pequeño homínido nativo Homo floresiensis; el lirón (Hypnomis) y la musaraña (Nesiosites) gigantes del Pleistoceno de las islas Baleares; las moa-nalos (anátidas gigantes) de Hawaii, los grandes cisnes de Sicilia (Cygnus falconeri) o las famosas tortugas gigantes de las Galápagos del género Geochelone.
Enciclopedia Universal. 2012.